sábado, 3 de septiembre de 2011

Asfixia de una caja en forma de corazón.

El amor es una agonía, que a causa de estar generalizado comunmente como la "felicidad", todos quieren hallar alguna vez en su vacía vida.¿Por qué se cree que elegir a otro ser según como con nuestros ojos lo vemos es "amor"?.Es una fusión entre almas que no se debe dejar arrastrar por frías superficialidades.Es una esclavitud, es hallar a otro ser que no elogia ni critica, si no que extiende sus fronteras de la comprensión hacia vos.¿Dicen que es tierno el amor? es demasiado áspero, brutal, ruidoso, y también duele como una espina.Pero de alguna forma nos absorbe de la cruel realidad y nos toma suavemente para abandonarnos absortos en un espacio de sueños e intensidad de sentimientos.Se aleja más allá de lo que cotidianamente realizamos, es una ruptura en la rutina, que establece que nos sientamos más libres, más volátiles, más flotantes.Quizá es un regalo para el ser humano, que el mismo se creó, para poder sobrellevar todo el sufrimiento de lo que conlleva el vivir.Porque ninguno de nosotros eligió vivir.Nos han apretujado contra las cuerdas de la vida y nos han arrojado en esta experiencia dolorosa, sin elección propia alguna.El amor se ciega por la fuerza que irradia y lo desplaza en su interior.Nos venda los ojos y nos hace deambular a lo largo de una cuerda floja, pero asombrosamente nos gusta el vértigo que nos hace sentir, y el peligro, y la adrenalina que recorre nuestro inerte cuerpo.Nos reaviva, más bien, nos hace sentir todas las cosas que nos demuestran que estamos vivos.Nos arranca de la inmóvil masa pálida de los días iguales, y nos libera en un húmedo y obscuro bosque, en el cual el objetivo más necesario es el auto-descubrimiento y la libertad humana.Una travesía que pocos anhelan recorrer y aún más pocos pueden realizar.Patear las hojas en otoño y sentir que a nuestra vida se la ha llevado el viento, pensando que cada día se cae una frutilla al suelo y al igual que nuestro corazón sangra, atravesada pr los clavos del sufrimiento.Percibir los latidos de una fuerza interior que nos estimula y nos da la elección de morir o vivir, renacer de las cenizas y arrojarse a los brazos del amor más profundo, o morir siendo una ínfima mancha obscura en el fresco retrato de la vida.Sangre derramada sí, padecimientos extremos también, y no solo eso, sino, amor. Eso es lo que nos sofoca, nos presiona el pecho y no nos deja respirar, preferible a estar encerrado y bloqueado en la cárcel invisible de la realidad, preferible a haber vivido sin hallar los tesoros que nos depara la travesía humana.

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