martes, 30 de agosto de 2011

Esbozos de una amistad adolescente.

La vida está compuesta de una serie de etapas, y detenerse en una es practicamente dejar de vivir.Pero no solo una serie de etapas, la vida es el vuelo de una mariposa multicolor que deja una estela de intensas luces cuando está contenta, es como ir corriendo detrás de una bufanda que arrancó el viento en una solitaria tarde de otoño.Pero basta de poesía, la vida es una dolorosa puesta a prueba que nos exaspera cada mañana.Por eso, la amistad es como una boina en la cabeza que nos protege del frío, no es decirse un "te amo" frecuentemente, no.Es un ramo de flores que te espera después de cada día para brindarte el apoyo necesario, es una cajita de sorpresas que nos divierte y nos consuela cuando la sociedad aplasta nuestras cotidianas ilusiones y nos sumerge en el padecimiento más extremo.Entenderse con otro ser similar a uno, es, una sensación que va más allá de las relaciones diarias, es fusionarse con una alma ajena y crear un motivo por el cual verse en cafés escondidos en esquinas obscuras, sentarse en el banco de una plaza en una fría tarde de llovizna, o quizá sólo plasmar tus más bellos pensamientos en una carta especialmente para aquel compañero de tu vida.Porque tal vez son sólo esos momentos de los cuales debería estar compuesta lo que es la homogénea materia de la vida.Esta experiencia, este tránsito que cada uno de nosotros, viajeros constantes, imaginamos en gran extensión y con incontables sorpresas se hace aún más dulce cuando se realiza con una resistente compañía.Claro está, que no hay que establecer un vínculo de dependencia con el ser que nos tiende su mano, la vida consta en una lista de pruebas individuales en las cuales debemos avanzar superándonos, sin ruegos ni sometimiento, a nadie ni a nada.
Por estas razones y por las vueltas de la realidad que jamás va a dejar de ser una criatura confusa, nosotras sabemos que de alguna manera, modificamos nuestras días mutuamente, y que por más que el sol precise de la luna para entibiarse en su nido luego del atardecer, la mariposa vuela libre, y cada vez más lejos.

Te aprecio mucho amiga, contá con mi bufanda siempre, con amor.
Clarissa & Sassy.

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